Una decisión clave a la hora de empezar la producción de nuestra aplicación móvil, y que determinará completamente la forma en que encararemos el desarrollo de la misma, es el dispositivo al cuál nos dirigiremos, o los dispositivos si nuestra intención será un desarrollo híbrido o multiplataforma. Cada tipo de aplicación tiene tanto sus ventajas como sus desventajas, y es importante conocerlas para elegir la que más se adapte a nuestro proyecto, y a una cuestión bastante condicionante: nuestro presupuesto.
El desarrollo nativo está basado en el dispositivo y en el aprovechamiento de sus características propias, ya que los diferentes sistemas tienen sus particularidades, las cuáles es necesario tener en cuenta para que nuestra aplicación saque total partido de ellas y ésto se vea reflejado en su optimización y su velocidad de respuesta.
Sabiendo que cada sistema operativo es único, es fácil concluir que el desarrollo para estos diferentes sistemas es igualmente único, pero no sólo eso, además no comparten nada en común (más allá de recursos como fuentes, gráficos, etc.) lo que obliga a que si queremos una misma aplicación para, por ejemplo, Android e iOS, tengamos que hacer un desarrollo independiente para cada uno sin posibilidad de reutilización, significando ésto un aumento en el coste y en el tiempo, no solo de producción, sino posterior a su lanzamiento en temas como actualizaciones y mantenimiento.
Pero si es importante dejar algo bastante claro, lo dicho anteriormente no significa que para un proyecto de presupuesto modesto se deba descartar el desarrollo nativo, nada más alejado de la conclusión a la que queremos llegar, para este tipo de proyectos es preferible definir un único SO y dedicar nuestro tiempo y esfuerzo (y nuestro dinero, claro) a conseguir una aplicación bien terminada, seria y a la cual podamos dedicarnos totalmente, ya que sacar al mercado una aplicación no es solo montarla a la appstore y ver los frutos, conlleva mucho más.
Otras ventajas también a tener en cuenta es el acceso al almacenamiento interno y al manejo de bases de datos avanzadas; la posibilidad de utilizar los sensores propios del terminal tales como giroscopio, sensor de luz, brújula, y demás; la posibilidad de publicar nuestra aplicación en la appstore oficial del sistema operativo elegido dándole así mayor visibilidad; la integración de notificaciones push; acceso directo en la pantalla principal; y por último un tema relacionado con el apartado visual que no se le da la importancia debida: la homogeneidad en el diseño con respecto a las otras aplicaciones del sistema, lo que mejora la experiencia de usuario. Esto se logra con los esfuerzos para la integración en el diseño que están haciendo empresas como Google y Apple con sus normativas de diseño, con ésto se consigue mayor intuición al momento de usar las aplicaciones y una mayor cohesión entre ellas.
Por último decir que la elección del tipo de desarrollo dependerá de muchos factores: los materiales, ya mencionados, y del tipo de aplicación que tengamos en mente. Para tener un panorama general de ésto es necesario conocer los otros tipos de desarrollo y sus características pues nos direccionará el proceso y las herramientas a utilizar (lenguaje de programación, SDK...).
Espero el artículo haya sido de utilidad para todos aquellos que no conocían el término de 'aplicaciones móviles nativas', o lo conocían pero no tenían total claridad sobre él, ya que el diccionario del universo del desarrollo móvil se hace cada día más extenso y a la vez confuso.







No hay comentarios:
Publicar un comentario